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Carrito

No tener claro el objetivo del sitio web

Muchas veces cuando se quiere crear un sitio web, lo que hacemos es mirar la web de la competencia. Lo correcto es analizar porque queremos un sitio web y cuál es el objetivo, de acuerdo a esto se debe definir secciones que tendrá y funcionalidades.

Todo lo hace el desarrollador

La mayoría de personas piensan que es la única persona que tiene responsabilidad. Gran error. La persona que toma el requerimiento inicial debe conocer el negocio y debe saber cuáles son los objetivos.

Teniendo los objetivos claros se da las indicaciones al desarrollador para la estructuración del sitio, la responsabilidad no es cien por ciento del desarrollador ya que este sigue las instrucciones dadas.

El sitio web es una copia de nuestro negocio físico

Es un gran error el intentar trasladar el negocio físico de forma exacta a nuestro sitio web, puesto que las personas cuando navegan en Internet tienen una forma de buscar la información diferente a como lo hacen en un catálogo, periódico o revista.

Por tanto, se debe investigar como buscan las personas los productos que ofrecemos a través de Internet y crear la arquitectura de nuestro sitio en función de esas búsquedas.

La inversión en Internet es igual a la inversión en hacer la página web

Asumimos que el cien por ciento de ese coste es lo que vale hacer la página web. Y lo cierto es que hacer la página web es el primer paso, porque obviamente, sin ésta no hay negocio. Pero el coste de este primer paso es pequeño si lo comparamos con lo que viene después: ejecutar el plan de marketing.

Una web, si no tiene visitas no tiene clientes. Y los clientes hay que salir a buscarlos, porque no van a venir solo por el hecho de tener una web construida.

Existen diferentes herramientas para la búsqueda de clientes como el Posicionamiento en buscadores, campañas de pago por click, redes sociales, email marketing, etc. En definitiva, herramientas en las que hay que invertir dinero y tiempo en hacer que funcionen correctamente.

El sitio web la hace mi primo, amigo o conocido

En ocasiones para ahorrar dinero lo que se hace es subcontratar la web a un amigo, familiar o alguien de confianza que nos pueda hacer el sitio a un precio muy barato o incluso gratis, cuando alguien nos hace la web gratis, nos la hará de la manera más sencilla y sin ponerle ese cariño o ese plus que queremos en nuestro servicio.

A la hora de crear una web, es recomendable pagar por un buen servicio, ya que esa inversión adicional terminará dando buenos frutos a largo plazo.

Fijarse solamente en el diseño

El diseño entra por los ojos y por supuesto es muy importante. Pero no es el único componente que debemos valorar para saber si una web está bien construida o no.

A veces nos dejamos guiar por el hecho de que una web sea bonita y asumimos que al serlo ya es una web funcional, operativa y lista para captar muchos clientes. Pero no siempre es así.

El diseño es muy importante, pero a su vez, la web debe contar con otros indicadores a tener en cuenta como debe ser funcionalidad, fluidez, posicionamiento, contenido y la actualización constante de la misma.

No valoramos el precio de una web

En ocasiones pedimos un presupuesto por la creación de una web y lo consideramos caro. El coste de una web hay que valorarlo por ser una herramienta de trabajo y al mismo tiempo cuántos clientes se podrían conseguir con esa web?

Imaginemos que el objetivo de nuestra web es la venta de motos. Si por cada moto que venda obtenemos un beneficio de 500 mil pesos, sólo con la venta de dos motos estaremos recuperando el millón de pesos que nos costó la construcción de la página.

Por tanto, lo que debemos analizar es el número de ventas que debo realizar para recuperar el coste de la web o el uso que le puedo dar. Si lo vemos desde esa perspectiva, nos daremos cuenta de que el precio de una web se mira como una inversión y herramienta de trabajo, no como un gasto.